martes, 19 de diciembre de 2017

Abuelos 'por carta' en Camposoto

PROYECTO 'TENGO UNA CARTA PARA TI'

  • Escolares de Camposoto se acercan a sus vecinos, los abuelos de Alzheimer
Apenas unos metros separan al colegio Camposoto de la residencia de Alzheimer María Dolores Castañeda. Aunque, en realidad, la distancia que hay entre unos y otros es enorme: de varias décadas. Pertenecen a tiempos y mundos completamente distintos. Pero ese recorrido se ha conseguido recortar en las últimas semanas gracias a una experiencia que ha sido doblemente provechosa. A los mayores los ha convertido -como ayer se dijo cariñosamente- en "abuelitos postizos" de estos alumnos de cuarto de Primaria. Y a los niños les ha servido para acercarse a los mayores y, sobre todo, para tomar contacto con una enfermedad demasiado común: el Alzheimer.
El proyecto -explica Sonia Martín, terapeuta ocupacional del centro- ha consistido en algo muy sencillo: intercambiarse cartas de forma periódica entre niños y usuarios de la residencia y unidad de estancia diurna. De ahí su nombre: Tengo una carta para ti ¿Y de qué han hablado niños que se llevan casi siete décadas de diferencia con sus destinatarios? "Pues de todo", apunta. Desde cuestiones personales a experiencias vividas, de cómo era la infancia de antaño y cómo es la de hoy, los juegos de entonces, los de ahora...
Que unos y otros, niños y mayores, han disfrutado sobradamente con este cruce de cartas era patente ayer en el salón de actos de la residencia, donde al fin los abuelos y los niños con los que han estado escribiéndose durante semanas se pudieron ver y conversar cara a cara durante un rato, además de hacerse fotografías en un navideño photocall que se había preparado para la ocasión. Por supuesto, y dada la cercanía de la Nochebuena, no faltaron los villancicos. Los mayores ejercitaron la memoria para recordar algunos de ellos. Y los niños, para ambientar la actividad, lucieron gorritos de Papá Noel.
"Ha sido una experiencia muy guay", resumía uno de los pequeños participantes al tomar la palabra. "Nos ha gustado muchísimo. Ha sido estupendo conocerlos". Tanto la presidenta de Afa Vitae, Mari Pepa Rodríguez Castañeda, como el director técnico del centro, Roberto Suárez, valoraron también la iniciativa llevada a cabo conjuntamente con el colegio, al que agradecieron su implicación. Por su parte, el director del CEIP Camposoto, Alfonso Fernández Candón, subrayó también lo enriquecedor que ha resultado este intercambio de experencias.

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PROYECTO EDUCATIVO

Abuelos y nietos por carta

Los alumnos del Camposoto y enfermos de Alzheimer recuperan el correo tradicional para intercambiar experiencias

«Nada. Decirles que para mí ya son como mis nietos y que me ha dado mucha alegría conocerlos. Aquí tienen a su abuela para lo que haga falta». No era un día normal. Ni para los más mayores, ni para los más pequeños. Al fin iban a conocerse tras cartearse. Nervios, ilusión y alegría. Una serie de sentimientos compartidos que traspasaban al fin el papel para convertirse en abrazo. Desde hace unos meses los alumnos de cuarto de primaria del colegio Camposoto se cartean con los enfermos del centro de Alzheimer, unos equipamientos separados por escasos metros.
Sí, se cartean. Aquello de coger bolígrafo y papel para expresar sin emoticonos lo que se piensa, se siente y se quiere decir. Bueno, la de los niños algo de emoticonos sí que tienen, porque resulta imposible que sus textos no se acompañen de algún que otro dibujo para darle color a la misiva. Y ahora que por fin se encuentran y conocen, los más mayores no pierden la oportunidad de preguntarles a los niños por esos personajes tan extraños. Y es que ni uno de los mayores suelta esa carta que les han traído los niños con la que se quieren dar a conocer y decir algo más de sus gustos, aficiones y juegos preferidos.
La relación va a continuar y ya planean nuevas cartas. De esta manera, los mayores les escribirán próximamente de sus recuerdos, de lo que trabajaron, de lo que querían llegar a ser y cómo eran las profesiones antiguamente. Mientras que los niños responderán con el futuro, es decir con aquello qué quieren ser de mayor. Algo así como de la soleta al 'Youtuber'. Y es que precisamente lo que hace que esta relación ilusione tanto a unos como a otros es el choque generacional que existe entre niños de ocho y nueve años con mayores entre los 70 y 80 años. Por ello también está pendiente otra carta de cómo eran las ciudades antaño, mientras que los jóvenes quieren mostrar cómo son ahora.
El proyecto se denomina'Tengo una carta para ti' y se enmarca dentro de un taller intergeneracional creado por el Centro de Familiares y Enfermos de Alzheimer AFA-Vitae. Se pusieron en contacto con el centro que tienen al lado, el colegio Camposoto, que de inmediato acogió esta idea cuyo objetivo es acercar a los niños a los mayores y, sobre todo, sensibilizarlos sobre una enfermedad muy común entre las personas de avanzada edad como es el Alzheimer.
La iniciativa no pretende más que intercambiar cartas a la vieja usanza aunque como muchos niños se sorprendía los mayores ya saben «manejar tanto móviles como tablets». Lo hacen de forma periódica y comparten información sobre temas personales, experiencias vividas, conocer cómo era la infancia de los mayores y compararla con la que tienen ahora los pequeños.
Tanto niños como mayores han esperado con ilusión las cartas y esta mañana además por fin se conocieron con motivo de la Navidad y se pusieron a cantar villancicos. «Yo soy asturiana y no sé si lo vais a entender porque hay palabras distintas y en vez de hijo decimos 'fíu', pero es muy bonito, lo cantaba Víctor Manuel». Por último, compartieron un desayuno con productos típicos de la Navidad, para despedirse hasta la próxima carta.




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